La eterna "Venecia portuguesa", bañada en una luz única, la ciudad de Aveiro fue considerada recientemente "la ciudad más romántica de Europa" por los lectores del periódico británico The Guardian. Abrazada por la Ría de Aveiro, la ciudad se puede descubrir en barco, a pie o en bicicleta, en la BUGA, la bicicleta gratuita de Aveiro. ¡Esta ciudad hierve de color y alegría de vivir !
Saramago describió brillantemente la Ría de Aveiro como "un cuerpo vivo que conecta la tierra con el mar, como un enorme corazón". De hecho, la Ría de Aveiro es el elemento central de la identidad de Aveiro. Define el ritmo de la ciudad, llenándola de los múltiples colores de los típicos moliceiros, embarcaciones tradicionales que, en el pasado, se utilizaban para transportar el moliço, un fertilizante natural para las tierras agrícolas. Hoy en día, estas embarcaciones son un verdadero icono turístico de Aveiro, proporcionando a los viajeros viajes memorables.
Al igual que París y Ámsterdam, visitar Aveiro puede ser una experiencia saludable, sostenible y asequible, además de divertida. Para ello, lo único que necesita es una BUGA, la Bicicleta Gratuita de Aveiro, disponibilizada por el municipio. ¡De esta manera, se puede disfrutar de la topografía plana de la ciudad, recreando una tradición ancestral de los habitantes de la ciudad que utilizaban la bicicleta para ir a trabajar a las fábricas o al campo!Distinguida como la ciudad-museo del Modernismo en Portugal, Aveiro es miembro de la Réseau Art Nouveau Network, junto con Barcelona, Bruselas, Budapest, Glasgow, Helsinki o La Habana. Ven a descubrir el encanto de este periodo delicado y seductor del arte del siglo XX haciendo una visita guiada a pie por la Ruta del Modernismo (Rota da Arte Nova), un recorrido diseñado para ayudar a identificar todos los edificios y monumentos que presentan las marcas dejadas por nombres como Ernesto Korrodi, Francisco Augusto da Silva Rocha, Jaime Inácio dos Santos, José de Pinho o Carlos Mendes.La prestigiosa Universidad de Aveiro ha aportado una nueva dinámica a la ciudad, atrayendo a numerosos estudiantes e investigadores extranjeros. El campus universitario es una verdadera ciudad dentro de la ciudad, diseñada por los más destacados arquitectos portugueses como Siza Vieira y Souto Moura, ganadores del Premio Pritzker, o Gonçalo Byrne, Carrilho da Graça o Alcino Soutinho.Cuando visite Aveiro, debe probar los irresistibles ovos-moles, un dulce creado en los ancestrales conventos de Aveiro. Además de su intenso sabor, es su aspecto lo que hace de los ovos moles de Aveiro un dulce realmente peculiar. La proximidad de la ría y los elementos del mar inspiraron a los pasteleros, que con su toque mágico crean finas capas de oblea en forma de conchas, buccinos, peces o almejas para envolver la voluptuosa pasta de color dorado. Los visitantes pueden comprarlos en las pastelerías de la ciudad. ¡Es un pecado no probarlos!
Aveiro siempre ha estado ligada al comercio del mar, a la pesca y a la producción de sal. Desde la Edad Media, la población creció protegida y privilegiada por los monarcas, siendo un hito en su historia el momento en que la Infanta Joana, la santa princesa hija de Afonso V, ingresó en el Convento de Jesús. En los siglos siguientes la ciudad conoció momentos de crecimiento, cuando los Descubrimientos abrieron Portugal al mar y trajeron hasta las márgenes de la Ría a comerciantes y navegantes procedentes de varios puntos de Europa. Pero también la Ría, coincidiendo con el cierre en el siglo XVII del canal de comunicación con el mar, tuvo gran influencia en uno de los periodos de mayor crisis de la región. Fue durante el reinado del magnánimo João V cuando Aveiro fue elevada a la categoría de ciudad y, posteriormente, a sede de diócesis.
Situada en la antigua línea de ferrocarril de Vouga -la sinuosa línea de ferrocarril del Vale das Voltas, que se desactivó en 1980-, la ruta ciclista del Valle del Vouga se extiende a lo largo de 70 km. El valle encantado del río Vouga marca el tono del paisaje de esta ruta ciclista.
La revolucionaria Sinfonía nº 6 en fa mayor, opus 68, de Beethoven, Sinfonía Pastoral, rinde homenaje al futuro. Y al imparable poder de la creación.
El destino ideal para los compradores entusiastas que disfrutan con artículos distinguidos que son testimonio del alma portuguesa.
La cocina de Aveiro está, naturalmente, muy influenciada por los sabores del mar, ya que hay muchos restaurantes en la ciudad donde podemos comer las variedades más frescas de pescado y marisco. Y, obviamente, el bacalao. El pescado favorito de Portugal.
La magnífica ciudad de Aveiro dispone de una amplia gama de hoteles y alojamientos locales.