La aldea, elegida en 1938 como la más portuguesa de Portugal, conserva intacto el característico trazado popular de las aldeas de la Beira. La ocupación humana del lugar está registrada desde tiempos del Paleolítico, y a los pies del monte se han encontrado vestigios de un castro y de termas, probablemente de la época romana.
La aldea fue conquistada por Afonso Henriques y donada posteriormente por el monarca a los Caballeros Templarios, que levantaron en ella el primitivo castillo. La corona intentó establecer la población en aquella ubicación escarpada y de difícil acceso, y a lo largo de la Edad Media Monsanto fue un importante centro para el comercio de la región.
En los tiempos subsiguientes, la aldea fue perdiendo su importancia y, poco a poco, la población fue disminuyendo, aunque su uso como puesto defensivo inexpugnable de la región se mantuvo hasta el siglo XIX. Con todo, Monsanto nunca llegó a perder su aura de aldea medieval, siendo esta quizás su característica principal. Piérdete entre sus calles empinadas, contorneadas por casas de piedra que salen de las piedras y los frondosos patios verdes, y sube hacia la cima del monte. Entra por las puertas del castillo, apreciando su imponencia, recorre las murallas y detente a apreciar el magnífico paisaje que te rodea.
En Monsanto, no dejes de visitar:
El castillo, una de las estructuras militares más impresionantes de la Beira Interior
El horno comunitario, la Capilla de São Miguel, los chafarices y las torres del homenaje
La "casa de una sola teja", con cobertura de roca granítica y la Torre do Relógio (Torre del Reloj)
La capilla románica de São Pedro de Vir à Corça, construida a principios del siglo XIII en las inmediaciones de la aldea
El castillo templario de Penha Garcia
El pueblo de Salvaterra do Extremo