In 1834 el Convento de Santo António dos Capuchos dejó de existir en este local, pero el Parque Aquilino Ribeiro ha mantenido los robles (Quercus spp.) que dominan el parque y que pertenecían a la antigua mata, los castaños, los chopos blancos (Populus alba), las magnolias (Magnolia grandiflora), los pinos mansos, los plátanos y los tilos (Tilia cordata), ofreciendo sus sombras a los frades Capuchos.
El proyecto del arquitecto paisajista Facco Vianna Barreto ha valorizado el parque en el inicio del siglo 21. Fue también el responsable de la renovación original en 1954. Ahora hay un jardín sensorial con caracteres en Braille, permitiendo a las personas ciegas tocar, oler y sentir las flores. El parque se ha tornado más romántico y tranquilo.
Dentro del parque se encuentra la Iglesia Barroca de la Orden Tercera de San Francisco y la capilla del siglo 16 de Nossa Senhora das Vitórias.
📍 Ubicación
Bellamente situado frente a la magnífica Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco, este jardín rinde homenaje al poeta portugués Tomás Ribeiro. El monumento de forma circular está compuesto por elementos de granito y paneles de azulejos con un medallón central que representa a Tomás Ribeiro. Jorge Colaço, yerno del poeta, fue el autor de las pinturas. Un lugar bucólico en el corazón de la ciudad.
Partiendo de la plaza del Rossio hacia el Museo Almeida Moreira, situado en el Largo Major Teles, encontramos un pequeño jardín de deslumbrantes tonalidades ofrecido por pensamientos, petunias, rosas, tagetes, begonias de caña y agapantos. Dos magníficos cipreses flanquean una de sus entradas y un ejemplar de acebo se mantiene firme en este terreno inclinado.
Símbolo del amor, la rosa es una atracción en este jardín. Con pétalos tan delicados como la caricia de una madre, las rosas completan la paz que transmite la escultura de bronce de un niño dormido en el regazo de su madre. Como guardianes de la estatua, dos fragantes magnolias de hoja caduca anuncian el milagro de la primavera.
La estatua de la Madre en el centro de este deslumbrante jardín fue ofrecida a la ciudad por el escultor José Oliveira Ferreira (1883-1942), ya que su madre nació en Viseu.
Un paseo por este amplio espacio de ocio, donde se alían patrimonio natural e histórico, podrá ser una sana alternativa a los días que pase en Viseu.Aquí encontrará piscinas, un camping, campos de tenis y de fútbol, un pabellón deportivo y un circuito de mantenimiento integrados en una zona verde enriquecida por muchas especies de árboles seculares, donde el cuidado con la conservación del ambiente mereció el Premio Quercus 1993 - "Iniciativa Autárquica".La historia de este hermoso espacio comienza en 1149 cuando el Obispo de Viseu, D. Odorio compró la "Herdad de Fontelo". En 1399, el Obispo João Homem comienza la construcción del palacio, obra continuada por otros prelados que le sucedieron.Pero, en el s. XVI, por iniciativa del Obispo D. Miguel da Silva, poderoso representante de la Iglesia que ambicionaba la tiara papal, señor de gran fortuna y gusto renacentista, fue cuando Fontelo alcanzó su máximo esplendor, transformándose en una de las fincas de recreo más exóticas y lujosas de Portugal, de moda en el s. XVI entre las clases nobles y el clero rico, por influencia de los ambientes paisajísticos del Renacimiento italiano.Ese mismo siglo, el obispo D. Gonçalo Pinheiro ordenó la construcción de la capilla de S. Jerónimo (1563), que aún existe, con una inscripción en griego (A Jerónimo eremita, consagrada por el obispo Pinheiro) y dos pórticos datados de 1565, en uno de los cuales se pueden ver las armas de D. Gonçalo.Hoy, aunque con menor dimensión y esplendor del que tendría en la época de D. Miguel da Silva, el Parque del Fontelo no está destinado al goce exclusivo de un privilegiado, sino que se ha transformado en un saludable espacio para el ocio y el deporte, accesible a todos cuantos quieran disfrutar del mismo.
La Quinta da Cruz es un Centro de Arte Contemporáneo que se ubica en un escenario natural deslumbrante en los alrededores de Viseu.
Adquirida por Nicolau de Mendonça Falcão do Amaral en el final del siglo 18, toda la propriedad incluye una zona verde de 10 hectáreas, habitada por especies botánicas exóticas, así como plantas autóctonas.En 2014, la Quinta da Cruz reabrió sus puertas como Centro de Arte Contemporáneo. El principal objetivo consiste en aproximar la comunidad local de la producción cultural, mientras atrae nuevos públicos. Presenta exposiciones temporales regulares, talleres creativos y programas diseñados para familias.
Un local donde el arte encuentra la naturaleza.