Descubrir la región central de Portugal a través de sus zonas húmedas puede ser una experiencia fascinante. Esta ruta pasa por los paisajes más inspiradores que nos sorprenden por su pura singularidad. Impresionantes ecosistemas, preciosa fauna y flora y, sobre todo, la importancia del agua para el equilibrio y la sostenibilidad de nuestro planeta.
Las zonas húmedas son zonas de transición entre los ecosistemas terrestres y acuáticos que presentan características de ambos entornos. De hecho, se encuentran entre dos mundos, ofreciendo propiedades únicas. No son ecosistemas completamente terrestres, ya que están cubiertos por agua; pero tampoco son ecosistemas completamente acuáticos, porque tienen suelo. Las zonas húmedas son propensos a la creación de una vegetación muy característica.Estos ecosistemas únicos albergan diversas especies de fauna y flora y son importantes centros de diversidad biológica que proporcionan agua, alimentos y refugio (Secretaría de la Convención de Ramsar, 2013).Algunos problemas que afectan a las sociedades contemporáneas, como la contaminación de los recursos hídricos y las inundaciones, pueden minimizarse gracias a los humedales. Los sedimentos, las plantas y otros microorganismos relacionados pueden atrapar diversos agentes contaminantes, actuando como un sistema de purificación del agua y mejorando su calidad.La edición de esta semana descubre la sorprendente belleza de los humedales del Centro de Portugal: la Laguna de Óbidos, la Reserva Natural de Boquilobo, la Reserva Natural de Paul da Tornada, Paul do Taipal y la Ría de Aveiro."El valor del agua es mucho más que su precio: el agua tiene un enorme y complejo valor para los hogares, la cultura, la salud, la educación, la economía y la integridad del entorno natural. Si no tenemos en cuenta todos estos valores, corremos el riesgo de incurrir en una mala gestión de este recurso finito e insustituible". Nicolas Franke, Oficial de Desarrollo Sostenible del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas