Este duro trabajo es aún poco conocido entre los visitantes portugueses y extranjeros. Es un trabajo realizado esencialmente por mujeres, pero también hay hombres, los llamados "atadores".
En 1975, en un Portugal ya democrático, las mujeres y los hombres de Peniche organizaron una gran huelga, exigiendo salarios más altos y mejores condiciones de trabajo. De hecho, la gente de Peniche siempre ha sido políticamente comprometida y trabajadora.
Hoy en día, la imagen de los atadores sentados en el puerto de Peniche sobre sus gigantescas redes de pesca, como si fueran un mar, sigue siendo profundamente conmovedora. Los tiempos han cambiado, ha habido una mejora general de las condiciones de vida y de trabajo, pero esta imagen nos sigue transportando a la conocida dureza del mundo de la pesca.
En 2013, el Ayuntamiento de Peniche inauguró un mural que rinde homenaje a las mujeres y hombres de Peniche.
Tan profundamente ligados a las raíces de Peniche, los atadores son un símbolo de determinación, compromiso y, en definitiva, ¡de Portugal y su larga tradición marítima!