Peniche siempre ha vivido del mar. En un pasado lejano era una isla, pero gracias a la acción del viento y las mareas se convirtió en una península. Debido a su ubicación estratégica y a sus fértiles tierras, la costa de Peniche fue ocupada por varias civilizaciones desde tiempos prehistóricos, concretamente desde el Paleolítico Medio. Bajo la ocupación romana, la economía de Peniche se basaba esencialmente en la agricultura y la pesca, así como en la fabricación de conservas, industria que sigue existiendo en la actualidad.
El puerto de Peniche es bullicioso, un colorido centro de la industria pesquera de la ciudad. Las subastas de pescado fresco son lugares totalmente informatizados y con licencia, muy diferentes de lo que eran hace unas décadas. De hecho, fue la subasta de pescado fresco de Peniche la que, en 2009, inició el comercio de pescado en línea en Portugal.
Luchar por la liberdad
Uno de los mayores iconos de Peniche es, sin duda, el Fuerte de Peniche, enclavado dramáticamente en el paisaje. El fuerte de Peniche, transformado en prisión política en la época del Estado Nuevo (1933-1974) fue escenario de una de las fugas más extraordinarias del s. XX en Portugal. De aquí se evadieron en 1960 un grupo de presos políticos, entre los cuales, el dirigente comunista Álvaro Cunhal.
En la actualidad, el Fuerte de Peniche alberga el Museo Nacional de la Resistencia y la Libertad, que reconoce a Peniche como lugar de memoria y símbolo de la lucha nacional por la libertad.
Playas de surf, pero no solo
Peniche es un destino de surf aclamado en todo el mundo y escenario habitual de competiciones internacionales de surf. Pero hay mucho más que surf. Peniche ofrece muchas atractivas playas, bellamente situadas en encantadores entornos naturales.
Hay magníficas playas para familias y mascotas, el archipiélago sostenible de Berlenga frente a Peniche y el faro del Cabo Carvoeiro, que ilumina el Atlántico. Un paisaje natural de espectacular belleza con verdaderos tesoros geológicos que definen la esencia única de Peniche. También es el lugar donde se puede degustar el pescado más fresco del país.
La playa de Baleal es el lugar perfecto para los veraneantes que viajan en familia, una playa lejana que posee un toque muy especial.
Un archipiélago sostenible
Berlenga, Estelas y las islas vecinas fueron clasificadas Reserva Natural da Berlenga en el día 03 de septiembre de 1981.
Ubicado a 5,7 millas de distancia del Cabo Carvoeiro, el archipiélago de las Berlengas consiste en 3 grupos de pequeñas islas: Berlenga Grande, y arrecifes adyacentes, Estelas y Farilhões-Forcadas, todas ellas distintas en el plano geológico. La Berlenga Grande, isla principal tiene cerca de 1500 metros de longitud, 800 metros de largo y 85 metros de altura. Su clima es influenciado por el clima atlántico y mediterráneo, haciendo de este archipiélago un ecosistema único en el mundo. La riqueza de sus aguas en pescado y mamíferos marinos, plantas marinas y otros organismos marinos, ha determinado su clasificación como Reserva Marina. El archipiélago de Berlengas consiste en un verdadero monumento geológico, un registro importante de la Historia de la Tierra y de la formación de los continentes y océanos.
La energía en la isla de Berlenga se produce ahora exclusivamente a través de paneles solares. La isla ha sustituido con éxito el diesel por la energía solar. La sostenibilidad es el futuro y Berlenga está un paso adelante.
El brillo de la autenticidad
Peniche es un destino que guarda ese brillo especial de autenticidad, así como un ambiente informal. Su gente acogedora hace que los visitantes se sientan como en casa. En el puerto de Peniche, la impactante imagen de las ancianas cosiendo pacientemente las enormes redes de pesca no deja indiferente a nadie. Son las "atadeiras" de Peniche, normalmente señoras jubiladas que se encargan del mantenimiento de los equipos de pesca. Manos callosas por el duro trabajo que dicen mucho de la genuina esencia de Peniche.
El barrio de Visconde - barrio de pescadores - es una colorida postal de la ciudad. La mejor vista sobre el océano, un lugar donde los habitantes comen al aire libre y degustan especialidades a base de pescado absolutamente irresistibles. Un lugar de gente auténtica. Sin filtros.
Peniche es también un lugar de profunda devoción religiosa. Situada junto al mar, la capilla de Nossa Senhora dos Remédios data del siglo XV. Es el santuario más occidental de Europa.
Peniche es el mayor centro de encaje de bolillos de Portugal, arte centenario que se pierde en el tiempo. Talvez fuese una forma de que las mujeres se ocupasen mientras los maridos estaban en el mar. Arte delicada, que desborda habilidad y paciencia, con representación en certámenes internacionales, es un patrimonio artístico que se debe preservar. El ayuntamiento de Peniche ha abierto un museo dedicado al encaje de bolillos.
¡Bienvenido a Peniche, bendecido por el sol, abrazado por el mar!
