Este encantador paseo atraviesa los paisajes más increíbles en el corazón de una naturaleza arrebatadora. Comienza en la zona costera al sur de la playa de Areia Branca y culmina en el Fuerte de Paimogo.
El Fuerte de Paimogo fue construido en 1674 por orden de António Luís de Menezes, Conde de Cantanhede, también conocido como Marqués de Marialva y héroe de las guerras de la Restauración. Su misión era defender las playas cercanas al fuerte para impedir el desembarco de tropas enemigas. El fuerte formaba parte de la segunda línea de defensa fortificada, que comenzaba en la Praça Forte da Vila de Peniche y llegaba hasta Barra do Tejo. Desde el fuerte se divisa Peniche al norte y la playa de Areia Branca al sur.
En el contexto de la Guerra Peninsular (1808-1814), al amparo de sus fuegos, fuerzas inglesas desembarcaron aquí para reforzar a las fuerzas luso-británicas al mando del mariscal Arthur Wellesley, I Duque de Wellington, que, tras la batalla de Roliça (17 de agosto de 1808), participaron en la batalla de Vimeiro (21 de agosto de 1808).
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En el día que sería el 98º cumpleãnos de José Saramago – 16 de noviembre - Alexandre Farto aka VHILS rindió homenaje al Nobel de la Literatura, eternizando su rostro esculpido en las rocas de la playa de Paimogo, en Lourinhã. Todavía, el rostro del escritor portugués solo se puede contemplar bajo determinadas condiciones de luz y de las mareas.
El artista mostró su trabajo notable en sus paginas de Facebook y Instagram, citando la Balsa de Piedra:
"Cuántas veces precisamos la vida entera para cambiar de vida, lo pensamos tanto, tomamos impulso y vacilamos, después volvemos al principio, pensamos y pensamos, nos movemos en los carriles del tiempo con un movimiento circular, como los remolinos que atraviesan los campos levantando polvo, hojas secas, insignificantes, que a más no llegan sus fuerzas, mejor sería que viviéramos en tierra de tifones.”
¡El legado de Saramago hecho eterno en las rocas, mirando el Atlántico!