Joyas preciosas en el corazón de una naturaleza inspiradora. El impresionante paisaje de la montaña de Lousã es el escenario perfecto de 12 encantadores Pueblos de Pizarra: Aigra Nova, Aigra Velha, Candal, Casal de São Simão, Casal Novo, Cerdeira, Chiqueiro, Comareira, Ferraria de São João, Gondramaz, Pena y Talasnal.
Beneficiándose de la proximidad de la carretera panorámica que une las Aldeas de Xisto con la Sierra da Lousã y con los parajes nevados de Nave de Santo António, Aigra Nova ha ganado una nueva esperanza de vida. Hoy, la aldea es un punto de paso obligado tanto de quien recorre la carretera como de quien llega atraído por la constante actividad de la Lousitânea (Liga de los Amigos de la Sierra da Lousã), cuya base sitúa en esta población, en el mismo edificio de la Loja Aldeias do Xisto. Con la asociación, se puede no solo hacer una de las muchas excursiones organizadas sino, por ejemplo, conocer la Maternidade das Árvores (Maternidad de los Árboles), una incubadora que permite apadrinar sus ejemplares, o también participar en uno de los diversos programas disponibles de educación ambiental. Aigra Nova es un punto de encuentro privilegiado para quien quiere conocer lo que mejor se hace en recuperación de memorias, tradiciones y patrimonio de la Sierra de Lousã.
A 3 kilómetros de Trevim se encuentra el punto más alto de la Sierra de Lousã, la tranquila aldea de Aigra Velha. Con una sola calle, esta pequeña población es el lugar ideal para estar lejos de todo. Más allá de un puñado de casas de esquisto de configuración defensiva bien conservadas, algunas de las cuales se pueden alquilar, no hay nada más que el ganado y el terreno aparentemente infinito alrededor. No es raro poder ver, cerca de aquí, un ciervo o jabalíes. Únicamente los lobos, que antaño obligaron a unir las casas mediante pasajes interiores, han dejado de frecuentar estos parajes. Ven a cobijarte aquí y escucha antiguas historias dejadas por caravanas de comerciantes, antes de salir a descubrir los Penedos de Góis, el Parque Forestal da Oitava y la Ribeira da Pena.
Candal es una de las Aldeas de Xisto más accesibles. Situada junto a la carretera nacional que conecta Lousã con Castanheira de Pêra, la pequeña aldea muestra a los visitantes las casas en esquisto, la era, la capilla, la fuente y el lavadero público, todos ellos testimonios del mundo rural preservados en el tiempo. Pero también ofrece aire puro y la buena compañía de las gentes serranas. Vale la pena ir hasta allí, venciendo la subida para llegar hasta el mirador y poder gozar con la bellísima vista panorámica sobre el valle y la Ribeira de Candal.
Este es el lugar ideal para abrir el apetito antes de salir en busca de los tesoros paisajísticos y monumentales de la Sierra de Lousã, como el Parque Biológico, Trevim o el Santuario de Nossa Senhora da Piedade.
De manos de gente de la ciudad que vio en las Aldeas de Xisto un refugio de fin de semana, nació un nuevo sentimiento colectivo en Casal de São Simão. La aldea de una sola calle, ahora recuperada casa a casa siguiendo el diseño y los materiales tradicionales, tiene una fuente, una capilla y un camino que lleva hasta la playa fluvial, así como una Loja Aldeias do Xisto, un restaurante y una asociación. Esta renovada convivencia en comunidad es un nuevo estilo de vida que valora el contraste entre la urbanidad y los valores rurales del centro de Portugal.
Aquí puedes encontrar todo esto en un lugar donde siempre hay algo que hacer: cuevas para practicar espeleología, la sierra para descubrir en bicicleta de montaña o en caminos de senderismo, presas y cursos de agua que invitan a recorrerlos en canoa.
Rodeado de verde hasta donde llegan los ojos, Casal Novo encarna el sueño de vivir en el campo. La aldea, que llegó a estar abandonada, ha ido recuperando poco a poco habitantes para sus casas de esquisto relativamente grandes, con miradores y balcones que rompen la monotonía. Una empinada escalera, que es también la calle principal, conduce a dos eras a partir de las cuales se puede contemplar la hermosa Sierra da Lousã. Por allí pasan los caminos del circuito que conecta la aldea con Chiqueiro y Talasnal, las poblaciones más cercanas y con las que Casal Novo mantiene una relación privilegiada. A pie o en bicicleta, ponte en marcha.
En Cerdeira, lo único que perturba el silencio es el sonido del viento en los árboles y los ocasionales golpes secos provenientes del taller da la artesana Kirsten Thomas, cuyo trabajo refleja tanto en los temas como en los materiales su visible aprecio por la aldea. Un poco más adelante, es la plantación de hierbas aromáticas, medicinales y condimentos de António Carlos Andrade la que aprovecha lo mejor de la tierra. Ambos encontraron en Cerdeira lo que tanta gente todavía sigue buscando. Un lugar mágico, donde los proyectos se hacen realidad en pleno marco rural. Una capilla y un puñado de casas perfectamente integradas en el paisaje, el suelo de esquisto que lleva hasta el pequeño puente de madera, la fuente que murmura una canción de cuna, todo aquí es profundamente romántico.
Un lugar de ensueño esperando para hacer otros sueños realidad.
Se cree que fue en su día una importante aldea serrana, pero hoy Chiqueiro es de las Aldeas de Xisto más pequeñas. Sin embargo, cautiva al visitante a primera vista. Pasear entre la capilla, el tanque y la fuente, observando las viviendas en esquisto donde todavía se vive como en otros tiempos y los pequeños rebaños de animales que recorren la aldea, o apreciando el magnífico paisaje, son placeres simples pero realmente gratificantes. Con una historia y cultura compartidas con Casal Novo y Talasnal, Chiqueiro mantiene con ambas poblaciones una estrecha relación. Un triángulo de aldeas vecinas para explorar en la Sierra da Lousã.
Con una localización estratégica, Comareira es el lugar ideal para lanzarse al descubrimiento de la Sierra da Lousã. Zambúllete en las playas fluviales de Peneda, Pé Escuro y Canaveias, escala las rocas de los Penedos de Góis, explora el Parque da Oitava o participa en una caminata organizada por la Asociación Lousitânea para plantar con tus propias manos especies de árboles en peligro de extinción. Sin embargo, solo con el pueblo mismo, con sus casas apretadas unas contra las otras, sus huertas de vegetación exuberante, el mirador que muestra un paisaje en el que se pierde la vista y el sonido de los rebaños al pasar, es suficiente para no olvidar nunca más este lugar. Acepta el desafío de conocer Comareira y al final del día refúgiate en la Casa Abrigo, donde el confort te está esperando.
Cada vez se utiliza más el sendero peatonal que une Ferraria de São João a la vecina aldea de Casal de São Simão. La presencia de nuevos habitantes trajo a la aldea oportunidades renovadas para celebrar las antiguas tradiciones locales en fiestas populares y religiosas en las que todos participan. Los habitantes de la aldea se ocupan de la agricultura y el pastoreo y las casas suelen tener generalmente dos pisos, el de abajo en piedra para almacenes y corrales, y el de arriba enyesado y pintado, ocupado por los residentes. Con este ambiente único, Ferraria de São João recibe también muchos turistas, que llegan atraídos por la belleza del lugar, por sus excelentes condiciones para la práctica de bicicleta de montaña y también por sus cuevas, muy apreciadas por los amantes de la espeolología.
En Gondramaz, el esquisto adquiere una tonalidad distinta, como si quisiera acentuar el carácter de sus habitantes. Con sus edificios remodelados según el plan de la red Aldeias do Xisto, Gondramaz es hoy en día la casa de artistas plásticos de renombre internacional. Pero la aldea es también parada obligatoria para practicantes de deportes como el downhill o la bicicleta de montaña, siendo el espacio en el que surgió el Pátio do Xisto, un proyecto de turismo rural que ha dado mucho que hablar. Es un placer recorrer calles donde todo es esquisto y el suelo que se pisa es una obra de arte, hasta que, pasando las casas, puedes seguir el sendero que te sumerge en la vegetación camino de Penedo dos Corvos.
La aldea de Pena tiene en las aguas cristalinas de la rivera del mismo nombre una fuente de vida. Usado tanto para baños como para riego, este curso de agua te ofrece también el placer de disfrutar de cascadas y lagos, rodeados de una frondosa vegetación, entre la cual se encuentran los castaños centenarios que forman parte del patrimonio natural de la región. Rodeada por los Penedos de Góis, Pena es un lugar privilegiado para recorrer las rutas que, por caminos más o menos sinuosos, llevan a descubrir la Sierra da Lousã. Con las aldeas de Aigra Velha, Aigra Nova y Comareira, Pena forma parte del grupo de las Aldeas de Xisto integradas en la carretera panorámica que conduce a Trevim. Acepta todos los desafíos que te ofrece la sierra y, tras la aventura, reencuéntrate con la comodidad en una casa de turismo rural recuperada mediante la maestría de los conocimientos locales, la Casa da Cerejinha.
Vista de lejos, con Trevim al fondo, Talasnal es como una postal ilustrada. En esta aldea, la mayor de las Aldeas de Xisto de la Sierra da Lousã, la naturaleza convive con múltiples opciones de entretenimiento y de deporte. Enmarcadas en verde, las casas oscuras apoyadas unas en las otras, los dos lagares de aceite tradicionales movidos por la fuerza del agua y la fuente, rodeados de árboles, configuran el escenario ideal para sentir el espíritu del centro de Portugal. El mismo espíritu que da lugar a charlas animadas en el bar O Curral o en el restaurante de la aldea. A la hora del postre, no te resistas a los Talasnicos, pequeños pasteles conventuales creados por una familia de Talasnal. Prueba este pedazo de cielo creado por la sabiduría serrana.