Con denominación de origen protegida, se trata de un queso curado de textura levemente mantecosa, amarilleada y deformable o, cuando la cura es prolongada, dura y ligeramente quebradiza. Ejemplo de este último tipo, el queso viejo de Castelo Branco presenta un sabor fuerte y ligeramente picante. Búscalo en los municipios de Castelo Branco, Fundão e Idanha-a-Nova.
Y para que tu viaje gastronómico por esta zona sea aún más rico, no olvides probar la singular sopa de Matação, el sabroso cabrito al horno, el aceite de oliva intensamente dorado o el vino con cuerpo de los aromas de la Beira Interior.