Fundado en 1955, el Museo del Santuario de Fátima presenta una colección de piezas históricas, artísticas y etnográficas que salvaguardan la memoria de los testimonios de las peregrinaciones internacionales de la Virgen Peregrina, así como reliquias relacionadas con la historia de las apariciones y sus protagonistas.
En sus exposiciones permanentes, se invita a los visitantes a embarcarse en un viaje sentimental, ya que las piezas expuestas son esencialmente exvotos: objetos ofrecidos a Nuestra Señora de Fátima por peregrinos anónimos y por los Papas. Toda la colección del museo está formada por ofrendas que simbolizan un profundo amor a la Virgen María.
La pieza más importante de la colección es, sin duda, la Corona Preciosa de Nuestra Señora de Fátima, el mayor símbolo de este vínculo único entre quien da y quien recibe. Las joyas representan las alegrías y las penas de la humanidad. El Museo del Santuario ofrece a los visitantes un viaje inmersivo entre la oscuridad y la luz, entre la guerra y la paz. Un viaje espiritual.
Con las exposiciones permanentes del Museo: Luz y Paz de Fátima, la Casa-Museo de Aljustrel y las exposiciones temporales, el Santuario de Fátima ofrece a los peregrinos y otros visitantes una interpretación de los testimonios físicos, utilizando un lenguaje museológico relacionado con el Mensaje de Fátima, el desarrollo del propio Santuario y la difusión del culto a Nuestra Señora de Fátima por todo el mundo.