Conocer Aveiro y no probar los “ovos moles” (huevos blandos) es pecado. Este dulce típico de la región, heredado de las tradiciones de los conventos femeninos de Aveiro, se elabora con la mezcla indulgente de huevos y azúcar, hecha con los saberes de la tradición. Una vez desaparecidas las comunidades de monjas, la receta de este dulce celestial pasó de generación en generación, manteniéndose viva hasta el día de hoy. Deja que esta dulce tentación se apodere de tu paladar y siéntete en el cielo.
Además del sabor intenso, lo que hace que los “ovos moles” de Aveiro sean un dulce tan especial es su aspecto. La proximidad de la ría y los elementos del mar inspiraron a las reposteras, que con su toque mágico crearon finas capas de hostia en forma de conchas, peces o almejas para envolver la voluptuosa masa dorada. Otra forma de degustar este manjar es comérselo tras extraerlo de los barriles de madera o porcelana decorados con pinturas de paisajes de la Ría, barcos "moliceiros" o el Farol da Barra.
Los “ovos moles” de Aveiro fueron el primer producto de confitería portuguesa distinguido con la denominación de Indicación Geográfica Protegida, atribuida por la Unión Europea. Esta calificación le asegura al dulce tradicional aveirense la máxima garantía de calidad, basada en la plena utilización de la receta original, tanto en la calidad de las materias primas utilizadas como en el método de preparación, manteniendo la herencia de los conocimientos antiguos perpetuados por generaciones de confiteras.
Prueba los “ovos moles” de Aveiro en alguna de las muchas confiterías de la zona del Rossio, entre edificios modernistas y el paisaje del Canal Central de la ría. Pero si quieres saberlo todo sobre los “ovos moles” vale la pena pasar por la Oficina do Doce (Taller del Dulce), donde los verdaderos expertos cuentan la historia de este dulce de sabor único y enseñan a preparar la masa dorada de azúcar y huevos de aroma casi sagrado.
Fundada en 1856, la Confeitaria Peixinho es la confitería más antigua de Aveiro, que produce los emblemáticos "ovos-moles". Esta deliciosa especialidad dulce fue creada hace 5 siglos por las monjas del Monasterio de Jesús. La Confeitaria Peixinho elabora la receta original centenaria.
Los ovos-moles de Aveiro fueron, de hecho, el primer dulce portugués al que se le reconoció el estatus de protección por parte de la Comisión Europea, así como la Indicación Geográfica Protegida.La Confeitaria Peixinho está situada en el corazón de Aveiro, en una calle peatonal junto al Canal Principal de la Laguna de Aveiro. Además de los deliciosos "ovos-moles", la Confeitaria Peixinho fabrica otras especialidades dulces a base de "ovos-moles".Un lugar encantador y lleno de elegancia donde podrá degustar los singulares "ovos-moles" de Aveiro, mientras toma un reconfortante té o café.