Anteriormente conocida como Quinta de Santa Margarida, esta es la zona más reciente gestionada por Rewilding Portugal.
Antaño una explotación minera, que cesó hace casi una década, cuenta con una de las mayores extensiones de agua de todo el Valle del Côa, y a diferencia de lo que ocurre en las presas y embalses de la región, esta agua se distribuye en una gran diversidad de ambientes como estanques, canales, lagunas permanentes y temporales, interconectados por humedales inundados estacionalmente y llenos de vegetación acuática y ribereña que crece en las antiguas zonas mineras de wolframio y áridos.Alrededor de toda esta agua, un bosque joven pero extenso ocupa el terreno llano, compuesto principalmente de roble negro, encina y ciprés. Esta zona tiene ya una gran importancia para la biodiversidad, con ricas comunidades de flora y fauna acuáticas, entre las que destacan el hermoso galápago de cuello rayado y la cigüeña negra, que se alimentan y refugian aquí regularmente.