Un refugio de paz interior y profunda conexión con la Naturaleza. Una joya en el corazón de un paisaje natural impresionante.
Esculpidas por la fuerza del agua a lo largo del tiempo, las rocas y acantilados del río presentan curiosas formas. Algunas de ellas fueron talladas por el artista Custódio Almeida, representando formas de peces y divertidas caras. Estas rocas parecen haber sido colocadas estratégicamente para ofrecer la mejor vista de la exuberante cascada.
El agua está muy fría, pero al mismo tiempo es muy refrescante en los calurosos días de verano. El agua no alcanza una gran profundidad, lo que ofrece seguridad a los veraneantes, sobre todo bajo la hermosa cascada. También hay una zona de picnic disponible.