Situado en la zona de transición entre la Beira Alta y Beira Litoral, la sierra combina bosques, matorrales y cursos de agua cristalina y pequeñas cascadas con aldeas de casas y graneros en granito que combinan plácidamente con la silueta del paisaje.A partir de 1920, el aire puro de la sierra llevó a la fundación en la zona de sanatorios dedicados al tratamiento de enfermedades pulmonares, y rápidamente el pequeño pueblo de montaña se convirtió en un centro de salud y ocio. Ven a respirar en estos paisajes deslumbrantes y a recobrar fuerzas en medio de la belleza natural de Caramulo.
Para apreciar adecuadamente del majestuoso paisaje de Caramulo, hay dos miradores de visita obligada durante la visita a la sierra. Sube hasta el Caramulinho, el punto más alto de la sierra, que, a 1.076 metros de altura, es el lugar ideal para disfrutar plenamente del conjunto montañoso, con su vegetación y pequeños aldeas. Y no te olvides de visitar Cabeço da Neve, en el lado opuesto de la sierra, desde donde, en días despejados, se puede avistar la inmensidad de cordilleras hasta la Sierra da Estrela.
Pasear por la Sierra de Caramulo en coche puede ser una experiencia gratificante. Pero si quieres apreciar cada detalle del paisaje mientras se te llenan los pulmones del aire puro de la montaña, siempre puedes hacer un paseo a caballo, en bicicleta o a pie.
Además del camino del Caramulinho, de unos ocho kilómetros, también puedes recorrer las rutas destacadas de Laranjais, Linho, Cruzes y Caleiros, así como el camino Terras de Granito. No son solamente las maravillas creadas por la naturaleza las que se pueden apreciar en estos recorridos; también están los vestigios que el pasado ha dejado en caminos de piedra construidos por los romanos. Echa a andar y conoce las aldeas típicas de la sierra, como Covas o Fornelo do Monte, donde lo rural, más que un paisaje, es un modo de vida.
En Caramulo, acuérdate también de visitar:
El Museo de Caramulo
La Reserva Botânica de Cambarinho, que acoge la mayor concentración de rododendros (Rhododendron Ponticum) de Europa, cubriendo de un manto púrpura una extensión de 24 hectáreas durante los meses de mayo y junio
Los dólmenes de Malhada do Cambarinho y de Lapa de Meruje
La famosa "loza negra de Molelos," de color negro y brillo metálico, hecha según una técnica tradicional, ahora recuperada por los jóvenes ceramistas de la región