Situada entre el río Nabão y los macizos de la Serra de Sicó, la localidad de Ansião está ocupada desde tiempos prehistóricos, contando con registros memoriales y patrimoniales de las épocas romana y árabe. Recibió carta foral en 1142, y en el año 1175 aparece mencionada por primera vez en la documentación oficial. Sin embargo, fue con la reforma administrativa del reinado de D. Manuel I cuando, al recibir su segunda carta foral, Ancião entró un periodo de prosperidad que culminó con la elevación a la categoría de villa por parte de D. Afonso VI, ya después de la Restauración.
En el centro de la villa puedes visitar la Igreja Matriz, con su portal barroco, descansar en las escaleras de la picota del siglo XVII, desde donde se puede apreciar la antigua casa solariega de los Condes da Ericeira, hoy sede del ayuntamiento, o atravesar el Nabão recorriendo el Puente da Cal. No olvides visitar el Complejo Monumental de Santiago da Guarda, situado en el antiguo palacete de los Condes de Castelo Melhor, que cuenta con la torre medieval adyacente y una villa tardorromana de de los siglos IV y V, cuyos bellísimos mosaicos te dejarán con la boca abierta.
Por los alrededores se encuentran muchos vestigios históricos y culturales que esperan tu visita: los dólmenes da Atalaia y do Alto do Pisca o el castro del Escampado de São Miguel, el horno medieval que funciona hace siglos en la localidad de Avelar o el hermoso retablo que José Malhoa pintó en 1933 para decorar el altar mayor de la Iglesia Matriz de Chão de Couce.
Y al final de la visita, deleita el paladar con los manjares de la tierra, probando el queso de Rabaçal acompañado por el vino de las Terras de Sicó mientras esperas tranquilamente un plato generoso de cabrito asado o de "cacholada".
Junto a la villa de Ansião puedes apreciar, según la estación, varios manantiales que alimentan el curso del río Nabão. El más importante es el de Olhos d'Água, donde, en invierno, entre paredes y acantilados, el agua del Nabão gana fuerza y corre libremente, para en primavera dar lugar a especies raras de flores que brotan entre las rocas. Hiedra, madreselva y varias especies de orquídeas dan color al macizo, invitando a atractivos paseos por la sierra.
¡Atrévete a descubrir la Serra de Sicó!