Su fachada presenta dos torres de ambos los lados. En el interior es una iglesia típica dorada de estilo barroco. La Iglesia do Carmo contiene trabajos en talla dorada de estilo “joanino” (segunda fase del barroco) que revelan una grande profusión decorativa, contribuyendo para una imagen muy lujuriante del interior.
Esta exuberancia es reforzada por el azul de los azulejos del siglo 18, así como por el color de la cúpula del siglo 17 y por las pinturas de la arcada de la autoría del pintor italiano Pascoal José Parente.