Estrechamente ligada a la figura de la Reina Santa Isabel, el Mosteiro de Santa Clara a Velha tuvo, desde sus inicios, una convivencia difícil con las aguas del Mondego. El deterioro de sus condiciones de habitabilidad debido a sucesivas inundaciones llevó a la construcción, por iniciativa de D. João IV, de un nuevo monasterio llamado Santa Clara a Nova. Sometido recientemente a obras de revalorización que han dejado al descubierto una rica fuente de vestigios arqueológicos, este monumento nacional incluye actualmente un centro interpretativo que ha revitalizado su espacio y su historia.
El núcleo primitivo del monasterio fue fundado por Dona Mor Dias en 1286, pero la oposición de los monjes de Santa Cruz a la existencia de la nueva casa monástica femenina llevó al cierre de la comunidad algunos años más tarde. Fue precisamente D. Isabel de Aragón, quien, en 1314, refundó la casa monástica y volvió a llamar a las monjas clarisas a Coimbra. La estructura que existe hoy en día viene de este gran proyecto patrocinado por la Reina Santa.
Construido en la margen izquierda del Mondego, el Monasterio de Santa Clara ha sufrido desde siempre con las sucesivas subidas de las aguas del río. Las inundaciones impusieron el ritmo de las obras de edificación, y la cota del conjunto del monasterio tuvo que ser elevada varias veces, llegando a obligar a la construcción de un piso superior. En los siglos siguientes la vida de las monjas estuvo condicionada por la voluntad del río y, finalmente, en 1677 la comunidad abandonó el espacio para pasar a ocupar el edificio del monasterio de Santa Clara a Nova, construido por orden del rey D. João IV en la orilla opuesta del Mondego.
A pesar de una campaña de obras de restauración en 1930, el carácter de las aguas del Mondego mantuvo el antiguo monasterio en ruinas y envuelto en una cierta aura romántica. Sin embargo, en 1991 comenzó un ambicioso proyecto de recuperación y revalorización del espacio monástico gótico, bajo la coordinación del arqueólogo Artur Côrte-Real. Gracias a la construcción de una cortina de contención periférica de las aguas, la intervención hizo posible poner al descubierto la parte inferior de la iglesia y del claustro y reunir también una importantísima colección, testimonio material del pasado conventual.
Tras 17 años de intenso trabajo de estudio y recuperación, el Mosteiro de Santa Clara a Velha reabrió sus puertas en 2009 incluyendo en su espacio un centro interpretativo, diseñado por los arquitectos Alexandre Alves Costa y Sérgio Fernandez. Este edificio con funciones museológicas, con auditorio, salas de exposiciones, tienda y cafetería, expone varios registros, desde películas de autor hasta objetos de la colección del monasterio recuperados durante las excavaciones, y que permiten recrear el monumento y su historia. Hoy en día, el visitante puede no solo disfrutar de la visita a la ruina, de indiscutible valor arquitectónico y artístico, sino también reconstruir la vida de la comunidad de monjas clarisas. Santa Clara a Velha es, sin duda, un monumento del que la ciudad de Coimbra solo puede estar orgullosa.
Mayo a Septiembre: 10:00-19:00 (última entrada 18:15)Octubre a Abril: 10:00-17:00 (última entrada 16:30)