Los orígenes de São Pedro de Moel, a 26 km de Leiria, se remontan a la fundación de la nación portuguesa. Estas tierras fueron donadas a los monjes de Alcobaça en 1153, que desempeñaron un papel crucial en la organización del territorio, así como en el desarrollo de nuevas técnicas agrícolas en la región.
São Pedro de Moel era un encantador balneario que atraía a las familias adineradas de los industriales de Marinha Grande y a familias de Lisboa, Coimbra y Santarém que compraban aquí sus casas de veraneo. A principios del siglo XX, São Pedro de Moel ya contaba con un casino y varios hoteles y pensiones, lo que la convirtió en un destino turístico de vacaciones.
La arquitectura puede ser una excelente motivación para explorar esta sorprendente playa. El plan urbanístico fue elaborado por el arquitecto José de Lima Franco. Los vínculos visuales con el mar, la baja densidad de edificación y la comunión con el paisaje, conservando el pino marítimo e integrándolo en las casas, permanecen hasta nuestros días. La ruta de la arquitectura modernista muestra el genio intemporal de algunos de los arquitectos portugueses más renombrados: Manuel Tainha, Charters Monteiro, Camilo Korrodi, Frederico George y Egas José Vieira.
Esta playa acantilada es apta para el surf y el bodyboard y el agua puede estar ligeramente fría. En 2024 sus aguas volvieron a recibir el galardón de Calidad Oro. Está situada cerca del pinar de Leiria y la atraviesa la ecopista Estrada Atlántica.
El Faro Penedo da Saudade es uno de los mayores iconos de São Pedro de Moel. Cuenta la leyenda que éste fue el lugar donde el Duque de Caminha y la Duquesa de Faro se juraron amor eterno. El Duque fue acusado de conspirar contra el rey y por ello fue condenado a muerte. La duquesa de Faro intentó disuadir al rey, pero desgraciadamente éste no escuchó su apelación. Al día siguiente de la ejecución, la duquesa volvió a la playa de São Pedro Moel para rememorar los bellos recuerdos que compartieron. Entonces vio rosas deslumbrantes a las que llamó "saudades", en honor a su amor perdido. De ahí el nombre de este emblemático faro, abierto a las visitas los miércoles.