Pero Nazaré es más que sus olas increíblemente grandes. Es un destino profundamente fascinante con innumerables secretos por desvelar. El cañón de Nazaré es un desconcertante fenómeno geológico de 5.000 metros de profundidad y unos 230 km de longitud. Es la causa de olas tan increíblemente monstruosas, que atraen a los mejores surfistas de todo el mundo.En perspectiva, el edificio más alto del mundo -el Burj Khalifa de Dubai- tiene 828 metros de altura, el Gran Cañón 1828 metros y el Cañón de Nazaré 5.000 metros en su punto más profundo. El Cañón de Nazaré amplifica las olas, aumentando su tamaño, velocidad y potencia, antes de que lleguen a la orilla. Y no hay límite para la altura de estas olas monstruosas.Por eso, surfistas de todo el mundo peregrinan a Praia do Norte todos los inviernos. En el Fuerte de S. Miguel Arcanjo están expuestas las tablas de surf ofrecidas por estos surfistas que se aventuran en las olas de la Praia do Norte.La mejor vista sobre Nazaré se obtiene desde el barrio de Sítio, al que se accede en funicular. Es el lugar ideal para contemplar esta ciudad costera absolutamente única, mientras se siente el viento en lo rostro. La playa de Nazaré, en forma de media luna, es una de las más pintorescas de Portugal, y nos seduce con sus coloridas casetas de playa, sus simpáticos vendedores de pescado seco y su deslumbrante belleza natural. El secado de pescado en Nazaré es una notable seña de identidad local. Los orígenes de esta tradición siguen siendo desconocidos, pero ésta sería la mejor forma de conservar los alimentos en tiempos de escasez. “Estindarte” ha sobrevivido hasta nuestros días. Dejando Nazaré, también importante centro de deportes náuticos, nos dirigimos a la playa en forma de concha de São Martinho do Porto, ideal para familias, situada a medio camino entre Nazaré y Caldas da Rainha.
En los acantilados de Foz do Arelho, los senderos de madera, diseñados por Nadia Schilling, perfectamente encajados en el paisaje natural, son una auténtica visita obligatoria.