La Casa do Passal perteneció a Aristides de Sousa Mendes, Justo entre las Naciones, que salvó miles de personas del horror de la persecución nazi, concediendo visas a un Portugal neutral y así desafiando las ordenes de su gobierno.
Por este acto de desobediencia Sousa Mendes pagó un precio muy elevado y su casa abandonada y en ruinas fue durante muchas décadas un símbolo de esta injusticia.
Hoy la Casa do Passal fue clasificada Monumento Nacional y se le dará un nuevo aliciente, gracias a la visión de los oficiales gubernamentales Pedro Saraiva y Celeste Amaro y a miles de personas de todo el mundo que han apoyado este proyecto desde el primer minuto!
La Fénix renace por fin y el sueño se torna realidad !