Esta ruta rinde un homenaje a un personaje único de la Historia portuguesa y sobretodo un corazón generoso que salvó 30.000 vidas del terror del holocausto: Aristides de Sousa Mendes (1885-1954). “Aquel que salva una vida está salvando toda la humanidad.”
Aristides de Sousa Mendes (18 de julio de 1885 – 3 de abril de1954) fue un prestigiado diplomático portugués que salvó 30.00 vidas del holocausto, emitiendo frenéticamente visas individuales o de familias. De 16 a 23 de junio de 1940, Aristides de Sousa Mendes desobedeció las órdenes impuestas por el dictador Salazar y se guió por su consciencia moral interior. Aristides de Sousa Mendes do Amaral e Abranches nació en el día 19 de julio de 1885 en Cabanas de Viriato, cerca de Viseu. Hijo de Maria Angelina Ribeiro de Abranches y del juez José de Sousa Mendes, se formó en Derecho al lado de su hermano gemelo César en la Universidad de Coimbra, cuando tenia 22 años. En 1908 se casa con su prima Angelina con quien ha tenido 14 hijos. Empezó su carrera diplomática muy joven y en 1910 se tornó cónsul de Demerara en la Guiana británica. Trabajó como cónsul en la Guiana Británica, en Zanzíbar, en Brasil (Curitiba y Porto Alegre), en los Estados Unidos (San Francisco y Boston), en España (Vigo), en Luxemburgo, en Bélgica y por último en Francia (Bordeaux). Era un hombre de familia y un patriarca que nunca se ha separado de su familia, proporcionando a sus hijos educación universitaria y clases de pintura, diseño y música. Uno de sus hijo ha dicho: “Teníamos una auténtica orquestra de cámara en nuestra casa y invitábamos personas con regularidad para asistir a nuestros conciertos. Tocábamos Chopin, Mozart, Bach, Beethoven, entre otros.”
Durante la Segunda Guerra Mundial bajo la dictadura de Salazar, Portugal era alegadamente un país “neutro”, pero era muy claramente y de forma no oficial a favor de Hitler. El gobierno portugués emitió la perversa “Circular 14” a todos sus diplomáticos, negando un refugio seguro a los refugiados, incluyendo explícitamente Judíos, Rusos y apátridas. Pero un hombre ha desafiado estas ordenes terribles y ha erguido la voz de su consciencia, salvando 30.000 personas de una muerte cierta. Aristides de Sousa Mendes fue severamente castigado por Salazar que le retiró su trabajo y cualquier posibilidad de sustento, lo que se reveló trágico, porque Sousa Mendes tenía 15 hijos, que han sido puestos en la lista negra e impedidos de ingresar en la universidad. A medida que la menaza nazi y la persecución de judíos por toda Europa se tornaban más grandes y cada vez más asustadoras, millares de refugiados judaicos, en Bordeaux, se han reunido en frente a los consulados de Portugal y de España, buscando vistos para que pudieran escapar a una muerte cierta. España negó los vistos a los refugiados judaicos y la única esperanza se encontraba en el consulado Portugués.
A 16 de junio de 1940, el cónsul portugués en Bordeaux, Aristides de Sousa Mendes, se encuentra con el rabino polaco Rabi Kruger que se había escapado de una Polonia ocupada. Prometió hacer su mejor por los millares de refugiados judaicos y que intentaría persuadir el gobierno de Lisboa, liderado por el dictador Salazar. En esa noche, acogió el Rabino Kruger y en la mañana del día 17 de junio de 1940, Lisboa negó los vistos a los refugiados judaicos. Todavía, y de forma inesperada, Aristides de Sousa Mendes informa el rabino Kruger que emitiría los vistos, porque sabía que los refugiados estaban condenados a morir en los terribles campos de concentración nazis. La casa de la familia – Casa do Passal, ubicada en Cabanas de Viriato, Viseu – fue devuelta al banco o vendida eventualmente para pagar las dividas. La Asociación Judaica de Lisboa fue la única ayuda que la familia Sousa Mendes ha tenido, dándole alimentación y asistencia médica. Aristides de Sousa Mendes murió en el día 3 de abril de 1954 en la miseria, pero ha luchado por la justicia de sus hechos hasta su último suspiro.
De 17 a 19 de Junio de 1940, el cónsul portugués trabaja incesantemente en la emisión de vistos, con dos de sus hijos, sin parar ni siquiera para comer. En esos tres días fueron emitidos 30.000 vistos contra las órdenes del dictador António de Oliveira Salazar. Los consulados portugueses en Bayonne y en Hendaye han obedecido a Salazar, pero Aristides de Sousa Mendes se dirige a estas ciudades en persona y más vistos son emitidos. Estaba consciente de las consecuencias de sus hechos, pero siguió los principios de su consciencia moral. A 24 de junio de 1940, Aristides de Sousa Mendes recibe un telegrama de Salazar, ordenándole que venga a Lisboa explicar su acto de desobediencia. Además de ser despedido de inmediato, Aristides de Sousa Mendes no recibió cualquier pensión después de 30 años de carrera diplomática. Sus hijos fueron prohibidos de frecuentar el enseño universitario y la familia Sousa Mendes perdería su residencia, la Casa do Passal, muy pronto. La Comunidad Judaica de Lisboa ha proporcionado abrigo y alimentación para la familia, ayudando también algunos de los hijos a cambiarse para los Estados Unidos y Canadá. Muere en el día 3 de abril de 1954 en la miseria.
El primero reconocimiento ha venido en 1966 de Israel que declaró Aristides de Sousa Mendes “Justo entre las naciones”. En 1986, el Congreso de los Estados Unidos ha emitido una proclamación en honra de su acto heroico. Más tarde fue finalmente reconocido por Portugal cuando el Presidente Mário Soares ha pedido disculpas a la familia Sousa Mendes y el Parlamento Portugués le ha promovido póstumamente a la categoría de embajador. El rostro de Sousa Mendes apareció en sellos en varios países.
“Qué mundo es este en que tenemos de ser locos para hacer lo correcto?”, Aristides de Sousa Mendes