Situado a 770 metros de altitud en un valle glaciar rodeado de montañas vestidas de blanco, la impresionante Aldea de Montaña de Loriga es conocido como "la Suiza portuguesa", por su impresionante paisaje que evoca los Alpes. ¡Puro lujo para la vista!
Este antiguo pueblo posee un rico patrimonio histórico, con testimonios del legado romano y de la época medieval. Loriga fue antaño una de las ciudades más industrializadas de la región, sede de numerosas fábricas de lana. De hecho, la tradición lanera sigue muy arraigada, ya que los visitantes aún pueden ver rebaños de ovejas pastando en los campos, acompañadas por sus abnegados pastores.
Los mayores iconos gastronómicos son el cabrito, los embutidos, el queso y la llamada tarta negra, que recuerda a un pastel inglés, probablemente debido a las influencias internacionales de la industria textil. Los habitantes de Loriga afirman que el bolo negro es "un pastel portugués con acento inglés".