La comunidad judía está establecida allí desde la Edad Media, y la judería se extendía entonces entre las actuales calles Fonte da Rosa y Direita. En 1297 se inauguró la primera sinagoga de la ciudad, que posteriormente fue adaptada al culto cristiano. Con el edicto de expulsión del rey D. Manuel, se mantuvo en Belmonte un grupo de criptojudíos que subsiste hasta la actualidad.
A pesar de las persecuciones que en muchas ocasiones tuvieron que sufrir, estos Hijos de Israel conservaron las costumbres básicas del judaísmo hasta el presente, manteniéndose en una comunidad cerrada, en la cual las mujeres han preservado y mantenido viva la tradición durante 500 años. El aislamiento llevó a que la comunidad perdiese el uso común de la lengua hebrea y muchos de los ritos religiosos, pero permitió conservar la base religiosa del judaísmo. Solo en 1989 los sefardíes de Belmonte volvieron formalmente al judaísmo, fundando oficialmente la Comunidad Judaica de Belmonte.
Al entrar en Belmonte, sube al castillo y, desde la plaza, baja la Calzada Romana para entrar en la antigua judería. Recorre las casas de las calles Direita y Fonte da Rosa, por donde podrás ver en los umbrales de las pequeñas casas de granito marcas en la piedra, testimonio de la historia de estos judíos obligados a vivir en secreto. Visita la Sinagoga Bet Eliahu, construida sobre un promontorio en un extremo de la villa que va a dar al valle, diseñada por el Arquitecto Neves Dias y dedicada en 1996. En la Rua da Portela todavía se puede visitar el Museo Judío de Belmonte, que nos muestra en su espacio la historia de los judíos portugueses, su integración en la sociedad medieval portuguesa, los rituales y costumbres públicos y privados de las comunidades, y la historia, persecución y persistencia de los nuevos cristianos.
Ven a descubrir este increíble patrimonio hebreo guardado en el corazón de la Beira!